Raíces de la Herejía Protestante II (Wycliffe 2ra parte)

Historia-Religión-Teología

por Galo Farfan-Cano

B.    La traducción de la Biblia al inglés y su impacto en la devoción personal

Uno de los legados más significativos de John Wycliffe fue su empeño en traducir la Biblia al inglés, lo que permitió un acceso directo a las Sagradas Escrituras para el pueblo común. Antes de la traducción de Wycliffe, la Biblia estaba principalmente disponible en latín, el idioma de la Iglesia y de los eruditos, lo que la hacía inaccesible para la mayoría de la población que no comprendía este idioma.

La traducción de la Biblia al inglés fue una empresa monumental y revolucionaria en su época. Wycliffe y sus colaboradores trabajaron arduamente para traducir los textos bíblicos al idioma vernáculo, con el fin de que los fieles pudieran leer y estudiar la Palabra de Dios en su propia lengua materna. Esta traducción fue un paso trascendental hacia la democratización de la fe, ya que permitió que las personas comunes y corrientes tuvieran un acceso directo a las enseñanzas de la Biblia sin depender de intermediarios.

El impacto de esta traducción en la devoción personal fue profundo y transformador. Por primera vez, los fieles podían leer y meditar sobre las Escrituras en su hogar, lo que les brindaba una mayor comprensión y cercanía con la Palabra de Dios. Esto llevó a una creciente importancia de la lectura personal de la Biblia en la vida espiritual de las personas.

La traducción de Wycliffe también fomentó una mayor búsqueda de la verdad y una reflexión más profunda sobre la fe. Las personas empezaron a cuestionarse y a interpretar la Biblia por sí mismas, lo que generó un sentido de autonomía en la relación con Dios. El libre acceso a las Escrituras permitió que los fieles desarrollaran su propia comprensión teológica y forjaran una relación más íntima con Dios a través de la oración y la meditación personal sobre las Escrituras.

Sin embargo, es importante mencionar que este acceso directo a la Biblia también conllevó algunos desafíos y controversias. Algunas interpretaciones individuales podrían ser erróneas o malinterpretadas, lo que llevó a la preocupación de la Iglesia Católica sobre la interpretación adecuada de las Sagradas Escrituras. A medida que la devoción personal se fortalecía, también surgieron algunas interpretaciones heterodoxas y herejías, lo que puso en alerta a las autoridades eclesiásticas.

A pesar de las preocupaciones, la traducción de la Biblia al inglés sentó las bases para un cambio significativo en la devoción personal de los fieles. El acceso directo a las Escrituras inspiró un mayor compromiso con la fe y una búsqueda personal de una vida cristiana más auténtica. La lectura y meditación personal de la Biblia se convirtieron en una parte fundamental de la vida espiritual de muchos, lo que llevó a una mayor responsabilidad individual en la práctica de la fe y la comprensión de los mandamientos divinos.

La traducción de la Biblia a otros idiomas o lenguas vernáculas tiene una larga historia que se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Los antecedentes de estas traducciones se encuentran en el deseo de hacer accesible la Palabra de Dios a personas de diferentes culturas y lenguas, permitiendo que puedan leer y comprender las Sagradas Escrituras en sus propios idiomas. A continuación, se presentan algunos antecedentes importantes de la traducción de la Biblia a otras lenguas:

  1. La Septuaginta: La traducción más temprana conocida de la Biblia al griego se conoce como la Septuaginta. Fue una traducción realizada en el siglo III a.C. en Alejandría, Egipto, y estaba dirigida principalmente a la comunidad judía que hablaba griego. Esta traducción incluyó tanto los libros del Antiguo Testamento como algunos libros adicionales conocidos como deuterocanónicos.

  2. La Vulgata: La Vulgata es una traducción al latín realizada por San Jerónimo en el siglo IV. Jerónimo tradujo tanto el Antiguo Testamento hebreo como el Nuevo Testamento griego al latín, con el objetivo de proporcionar una versión precisa y uniforme para el uso litúrgico y teológico en la Iglesia Católica Romana. La Vulgata se convirtió en la versión oficial de la Biblia en la Iglesia Latina durante la Edad Media.

  3. Traducciones pre-reforma: Antes de la Reforma Protestante del siglo XVI, hubo varios esfuerzos por traducir la Biblia a las lenguas vernáculas. Por ejemplo, en el siglo VIII, el misionero anglosajón Beda el Venerable tradujo el Evangelio de Juan al anglosajón (antiguo inglés). En el siglo XIV, John Wycliffe y su equipo tradujeron la Biblia al inglés, como mencionado previamente.

  4. Reformadores y traducciones posteriores: Durante la Reforma Protestante del siglo XVI, la traducción de la Biblia a las lenguas vernáculas se convirtió en una parte central del movimiento. Martin Lutero, el líder de la Reforma en Alemania, tradujo la Biblia al alemán, y esta traducción tuvo un profundo impacto en la difusión de la Reforma y en el desarrollo del idioma alemán estándar. Otros reformadores también realizaron traducciones en sus respectivos países, como William Tyndale en Inglaterra, quien tradujo el Nuevo Testamento al inglés y fue un precursor importante de la traducción de la Biblia en el idioma inglés.

Estos antecedentes demuestran la importancia y el deseo de hacer que las Sagradas Escrituras estén disponibles para personas de diferentes culturas y lenguas. La traducción de la Biblia a lenguas vernáculas fue un factor crucial en la expansión del cristianismo y en la promoción de la alfabetización y el conocimiento en muchas sociedades a lo largo de la historia. Además, estas traducciones jugaron un papel fundamental en la promoción de la devoción personal y la comprensión de la fe en el contexto de cada cultura y comunidad lingüística.

Durante los diferentes períodos de traducción de la Sagrada Escritura, el conocimiento de los idiomas griego y latino entre la plebe varió significativamente.

La Septuaginta y la Vulgata:

En el período en que se produjo la Septuaginta (siglo III a.C.), el conocimiento del griego en las comunidades judías de la diáspora era relativamente común. La traducción al griego de los libros hebreos permitió que los judíos helenizados y aquellos que vivían en regiones con fuerte influencia helénica tuvieran acceso a las Escrituras en su idioma cotidiano. Sin embargo, es importante destacar que el conocimiento del griego entre los judíos varía según la región, y en algunos lugares, el hebreo y el arameo seguían siendo más comunes.

En el caso de la Vulgata (siglo IV), el latín ya era ampliamente utilizado en la Iglesia y en la vida cotidiana en gran parte del Imperio Romano. La Iglesia Católica Romana tenía una amplia infraestructura en latín para la administración, la liturgia y la enseñanza. Por lo tanto, la Vulgata, traducida al latín, estaba dirigida principalmente a laicos y clérigos que tenían un nivel básico de conocimiento de este idioma. Sin embargo, fuera del ámbito eclesiástico, es probable que la comprensión del latín fuera limitada entre la población en general.

Traducciones pre-reforma:

Durante los intentos de traducción de la Biblia a lenguas vernáculas antes de la Reforma, el conocimiento de los idiomas griego y latino entre la plebe era escaso. En la Edad Media, la educación estaba en gran medida monopolizada por las instituciones religiosas y, en consecuencia, el latín se convirtió en una lengua de elite reservada para clérigos y eruditos. La mayoría de las personas no tenían acceso a una educación formal y, por lo tanto, no entendían ni el latín ni el griego.

La Biblia en anglosajón (Old English):

El misionero anglosajón Beda el Venerable realizó la traducción de partes de la Biblia al anglosajón en el siglo VIII, alrededor del año 735. Esta traducción fue utilizada para la liturgia y la enseñanza en la Iglesia de Inglaterra.

La Biblia en francés:

La traducción parcial de la Biblia al francés antiguo, conocida como la Biblia de los trovadores (Bible des Trouvères), se llevó a cabo en el siglo XII, aproximadamente en el siglo XII, aunque no se tiene una fecha exacta. Esta traducción tenía la intención de ser recitada y cantada por trovadores y juglares en la corte y entre el público.

La Biblia en catalán:

La traducción parcial del Nuevo Testamento al catalán, conocida como la Biblia de Cervera (Bíblia de Cervera), fue realizada en el siglo XIV, aproximadamente en la primera mitad del siglo XIV. Esta traducción fue autorizada por el obispo de Cervera y fue realizada por el teólogo franciscano Francesc Eiximenis.

Además de la traducción de la Biblia al anglosajón, francés y catalán mencionadas anteriormente, hubo otros intentos de traducción de la Biblia a otros idiomas en la esfera de la Iglesia Latina antes de la Reforma Protestante. A continuación, se mencionan algunas de estas traducciones:

La Biblia en alto alemán medio:

En el siglo XII, un autor anónimo conocido como el «Poeta del Evangelio» (Evangelienpoet) tradujo los Evangelios al alto alemán medio. Esta traducción estuvo destinada a ser utilizada en la predicación y la enseñanza para la población germanoparlante en la región de Alemania.

La Biblia en italiano:

A finales del siglo XIII, el teólogo y poeta italiano Rambertino Buvalelli realizó una traducción parcial del Libro de los Salmos y los Evangelios al italiano. Esta traducción se utilizó en la liturgia y la predicación en Italia.

La Biblia en checo:

En el siglo XIV, se produjeron algunas traducciones parciales de la Biblia al checo. Una de las traducciones más notables fue realizada por el reformador y teólogo checo Jan Hus, quien tradujo el Evangelio de Mateo y otros libros del Nuevo Testamento al checo.

La Biblia en polaco:

En el siglo XV, el reformador polaco y líder religioso Jan de Głogów tradujo partes del Nuevo Testamento al polaco. Además, en la misma época, se produjeron otras traducciones parciales de la Biblia al polaco por autores desconocidos.

La Biblia en húngaro:

En el siglo XV, el humanista húngaro Johannes Sylvester tradujo el Nuevo Testamento al húngaro.

Es importante tener en cuenta que muchas de estas traducciones pre-reforma, especialmente las que no contaban con el apoyo y la autorización oficial de la Iglesia, tuvieron una circulación limitada y enfrentaron oposición por parte de las autoridades eclesiásticas. La traducción de la Biblia a idiomas vernáculos antes de la Reforma Protestante fue un proceso lento y complejo, y el acceso a las Escrituras en diferentes lenguas se amplió significativamente después de la Reforma.

Reformadores y traducciones posteriores:

La Reforma Protestante del siglo XVI enfatizó la importancia de que la Biblia estuviera disponible en las lenguas vernáculas para que todos los fieles pudieran leerla y comprenderla por sí mismos. En ese contexto, algunos reformadores, como Lutero y Tyndale, se dedicaron a traducir la Biblia al alemán e inglés, respectivamente.

La traducción de la Biblia al alemán por Martin Lutero tuvo un impacto significativo en la alfabetización y el conocimiento del alemán en la población, ya que la Biblia se convirtió en una herramienta importante para aprender el idioma. De manera similar, la traducción al inglés de William Tyndale contribuyó a estandarizar el inglés y aumentar el acceso a la educación y el conocimiento entre la plebe.

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