por Raúl Quirós Delgado
Estos últimos días he leído muchas opiniones acerca de la conveniencia de celebrar públicamente el aniversario de “nuestra” actual Constitución en el día de su 45 aniversario. Llama la atención el que casi todas se fundamentan en que ahora, más que nunca, cuando la unidad de España se encuentra seriamente amenazada, debemos reivindicar y exigir las garantías de cohesión nacional que ofrece la Carta Magna. Sin embargo, debo reconocer que este argumento no me persuade en absoluto.
Como defensor convencido que, respetando los cuerpos intermedios (algunos de ellos también con cierta autonomía política), la unidad de los diversos territorios hispanos, junto con sus gentes y sus culturas, son la mejor manera de asegurar la existencia de un sustrato sobre el cual edificar un sistema que busque el bien común (entendido en su acepción clásico-tradicional o aristotélico-tomista), no puedo ni de lejos plantearme celebrar el aniversario de la “(pseudo) Ley de leyes” que fundamenta un paradigma de Estado español contrario a la esencia de España y contrario también a la concepción de una sociedad política acorde al orden natural.
Por eso, hoy, día 06 de diciembre de 2023, no vitorearé ningún lema a favor de una Constitución liberal y antiespañola, sino que pediré su urgente rechazo y derogación.
Miércoles, 06 de diciembre de 2023
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